Antes de compartirles el video de esta ocasión, les cuento una plática entre mi sabio padre y yo:
El pasado sábado, cuando iba con mi jefe por Avenida Patria, nos dimos cuenta de todas las faltas de ortografía que hay en los anuncios de la calle. Nos fijamos en específico en unos tacos "a las braZas" de la esquina de Patria y Mariano Otero.
Bueno, si, nuestra plática era un poco ñoña, pero de pronto, recordamos una idea genial que mi jefe sacó desde hace unos años. Mi jefe propone que, el gobierno debería de crear un programa que promueva la buena ortografía en los niños y jóvenes. ¿Cómo? Bueno, pues muy fácil. Los niños utilizarán todos los mensajes que encuentren en la calle (anuncios, flyers, posters, espectaculares, bardas pintadas) y tengan la capacidad de reportar los errores ortográficos en estos. ¿El gancho? Premiar a los niños y jóvenes. Imagínense que por cada 20 errores ortográficos que un niño encuentre en la calle, se le regala un balón, una bicicleta, no sé, lo que sea. ¿El resultado? Subir el nivel académico, evidenciar los errores, promover una cultura de la buena ortografía. Claro que a nivel de logística la idea está muy verde, pero realmente es buena y aplicable. Don Fede para Secretario de Educación Pública...
Pero bueno, en relación al video que les voy a compartir hoy, este es interesante por lo que atestigua, no tanto por la manufactura o la forma. Este video, habla de una propuesta, de un movimiento muy interesante: Acentos perdidos.
¿Cómo di con este video? Hoy, en mi visita diaria a la prensa digital (páginas de internet de periódicos pues), me encontré un reportaje del Público sobre este chico español, que, en pocas palabras, le pone acentos a los mensajes en la calle que no los tienen.
Este proyecto se llama Acentos Perdidos, y está explicado a continuación:
Ojalá que gracias a una propuesta así, aquí en México podamos mejorar en estas cuestiones de ortografía. Es sumamente necesario.
¿Con qué me quedo? Con lo curioso que es que, el destino se encargue de hacer que un sábado cualquiera toque un tema tan poco recurrente como la ortografía con mi jefe, y el lunes siguiente vea un artículo así.
Y ya.
(Si me la mamé con la ñoñez en este post comenten jeje)
